sábado, 12 de mayo de 2012

Beltane

Beltane marca la mitad del año celta y es festejada el 1° de mayo (correspondiente al 1° de noviembre en el hemisferio sur). Beltane es la tercera de las cuatro grandes fiestas religiosas del año celta y marca el comienzo de la estación luminosa. Beltane está después de Imbolc, que marca el fin del alejamiento del sol y anuncia su regreso y está en oposición con Samain, que da nacimiento al año celta y que marca el fin de la estación luminosa y el comienzo de la estación oscura.

El nombre “Beltane” deriva directamente de la palabra “Beltene” del viejo idioma irlandés, que significa “fuego brillante”, “resplandeciente”. Beltane está en relación con el dios Belenos. En la mitología celta Belenos (Belenus) es comparable a Apolo del panteón clásico y a Baldr de la mitología germánica. Es un dios luminoso cuyo nombre significa “brillante”, “resplandeciente. Manifestación, por otra parte del Señor del Verano y asociado con los poderes sanadores del Sol. 

La noche de Beltane entre el 30 de abril y el 1° de mayo también es conocida como la noche de Walpurgis. Santa Walpurgis, muerta en el año 778 era venerada por los cristianos como protectora contra la hechicería. Su fiesta es el 1° de mayo coincidiendo con la fiesta pagana de Beltane y sus danzas noctunas alrededor del fuego. Esa noche ha sido identificada en el Fausto de Goethe como el “sabat de las brujas”. 

La tradición celta insiste sobre los fuegos rituales prendidos por los druidas mientras que pronunciaban encantos y fórmulas mágicas. Entre esos fuegos se hacía pasar el ganado con el fin de protegerlos contra las epidemias durante todo el año, y particularmente en la época estival. Los “fuegos de Bel” (Belenos) eran considerados como potentes elementos de exaltación y de purificación benéfica. Se supone que la asamblea de los druidas en el bosque de Carnutes (bosque de Francia que se extendía entre los ríos Sena y el Loira) atestiguada por César durante la guerra de las Galias, tenía lugar en la época de Beltane. 

Beltane es una fiesta de renovación y de resurrección. Anuncia un cambio de ritmo de vida puesto que es la apertura del ciclo de actividades diurnas: se reinician las cacerías, se impulsan las conquistas y las guerras, y es el comienzo de los trabajos agricultores y los pastores. En ese sentido marca la oposición y la antítesis con la fiesta de Samain, que marca el fin del ciclo. Beltane, como Samain, también es un momento del año donde el “otro mundo” está particularmente próximo y al alcance de la mano. Y al igual que en Samain, también se ofrecían en Beltane sacrificios rituales de animales a los dioses. Beltane es la época propicia para todos los ritos de pasaje entre los períodos frío y cálido, entre la oscuridad y la luz, entre la muerte física y simbólica y el renacimiento espiritual. De manera general, Beltane es la festividad del cambio de ritmo de vida, del ritmo invernal se pasa al estival. La fiesta simboliza ese pasaje físico y espiritual. 

A pesar de que los datos históricos sobre Beltane sean oscuros, el folclore ligado a esta fiesta es rico y abundante. De generación en generación el folclore se ha apropiado de esta festividad dándole interpretaciones y formas diferentes, pero siempre con el sentido de resurrección y fertilidad. Un ejemplo es la simbología fálica de la danza del “palo de mayo”. 

Beltane es la época propicia para la adivinación, los ritos de protección de casas y propiedades diversas, para la recolección de plantas, en particular las ortigas. Los saltos sobre el fuego durante los festejos estaban destinados a asegurar la prosperidad y la fertilidad. La noche de Beltane la gente evitaba los lugares frecuentados por los duendes, las hadas y los espíritus naturales, puesto que se suponía que el velo entre el mundo sobrenatural y natural era particularmente leve. 

La fiesta comienza en la víspera, en el anochecer y se prolonga con el día que son los momentos en los que, según nuestra concepción, empieza el Verano. Comienza Samos, el fin del Invierno celta y comienzo de la mitad lumínica de la Rueda Anual. Es el festival del fuego. El mes del Sauce atraviesa Beltane y le confiere su esencia mágica. 

Al amanecer cuando el alba empiece a despuntar sobre la primera mañana del Verano, encenderemos ritualmente nuestro fuego donde regeneraremos nuestra propia vitalidad espiritual. La hoguera, como hacían nuestros antepasados estará formada por nueve maderas sagradas de nueve árboles diferentes que serán portadas por nueve personas. Cuando queme, obtendremos ascuas para encender otros pequeños fuegos en este amanecer de Beltane, en oposición a Samhain donde los fuegos arden en el crepúsculo. 

En estos momentos mágicos, que también nuestros antepasados realizaban pasando tanto ellos como su ganado por entre el humo en un rito de limpieza y purificación, el fuego era y es símbolo divino. Este fuego se encomendaba al patronazgo del Dios Belenos (el brillante). Manifestación, por otra parte del Señor del Verano y asociado con los poderes sanadores del Sol. 

Nuestros antepasados también tenían más formas de saludar estos días de celebraciones y participar de la energía sanadora del astro-dios; Una de sus costumbres consistía en levantarse antes de que el sol apareciese, después de una vigilia en los bosques sagrados, donde habían participado en los ritos sexuales de Beltane, iban a alguna colina cercana para observar la salida del sol y bañarse en sus vivificadores rayos. Dicho baño podía tomarse también de una forma más simbólica, bañándose en fuentes sagradas y manantiales en los cuales los rayos sol habían quedado atrapados o bebiendo el agua de estos o de pozos también sagrados, donde la luz solar había quedado retenida. Los druidas aconsejaban que se bebiera el agua de esos manantiales antes de la salida del sol, que se lavaran con el rocío de la mañana y se adornaran con flores. Todo este ritual era para danzar en torno del árbol de mayo, dejándose llevar por la festividad estacional. 


 El rocío que se recogía en las mañanas de Beltane también se recogía, guardándolo con el fin de utilizarlo en posteriores rituales. El rocío en su concepto mágico era considerado una esencia destilada de la Tierra por medio del fuego (el sol), una alquimia de la naturaleza espiritual de la Madre Tierra, en cuyo seno los manantiales y arroyos representan los órganos femeninos de ella con sus propiedades curativas. La diosa de la Tierra (Madre Tierra), era la esposa del Sol, ambas deidades, donadoras de vida. 

 Era y es un tiempo de fiesta, alegría, casamientos y magia sexual con lo que se trataba de perpetuar la estación. Nuestros hermanos de espíritu de esas épocas escogían a una "Doncella de la Flor" también denominada "Reina de Mayo", que era la representante simbólica en esta fiesta, de la Diosa en uno de sus triples aspectos de transformación, de virgen a madre. 

 Quizá una de las tradiciones más incomprendidas de Beltane es la relativa al festejo y expresión del placer sexual. Aún mucho tiempo después de que la forma cristiana de matrimonio (y sus estrictas reglas de monogamia sexual) reemplazaran a las costumbres del "Enlace de Manos", esas reglas monogámicas se relajaban para los ritos de mayo. Se les llamó entonces "matrimonios del verde bosque" (Greenwood Marriages), porque los hombres y las mujeres que pasaban la noche en el bosque y volvían trayendo ramas, flores y guirnaldas para decorar el pueblo en la mañana. Un buen número de jovenes terminaba embarazada a raíz de estos retozos en las montañas, y tales niños fueron llamados "alegremente obtenidos" (merry be- got). Esto fue especialmente condenado por los Puritanos. 

Cuando el Verano comienza, el clima se calienta y el mundo de las plantas florece. En viejos tiempos Celtas, gente joven podría pasar toda la noche en los bosques. Otras parejas casadas más maduras podían quitarse los anillos de bodas (y las restricciones que implican) esta sola noche. 

Hay muchas formas en las que puedes celebrar Beltane: 

-Tejiendo una guirnalda de flores para adornar tu pelo. 

-¡Usando ropa verde todo el día (y ninguna cosa en toda la noche!) 

-Colgando frutas y dulces cocidos de árboles y arbustos para el festejo posterior. 

-Haciendo un fuego de Beltane con las nueve maderas tradicionales (abedul, roble, serbal, sauce, espino, avellano, manzano, vid, abeto y sauco).: 

-Baila y salta sobre él para limpiarte a ti mismo, o declara tus deseos y deja que el fuego los transporte hacia el cielo. 

-Saltando sobre las plantas de tu jardín. 

-Atar cintas a un roble o espino y bailar alrededor escogiendo una cinta del color que simbolice tu deseo y al bailar tejer las hebras..... 

-Realizando el Gran Rito simbólicamente con tu pareja, en tu jardín, los bosques, o el área ritual de tu casa.


SIMBOLISMO DE BELTANE:
Plenitud de la primavera, momento ideal para defenderse contra el mal.

SIMBOLOS DE BELTANE:
Triángulos, estrellas, pentágonos, espirales (no se debe usar mas de dos de ellos a la vez)

HIERBAS DE BELTANE:
Sauce, flores de espino y otras flores de primavera.

COMIDAS DE BELTANE:
Cereales, fresas, moras frambuesas y otras frutas rojas de bosque.

INCIENSOS DE BELTANE:
Jazmín, vainilla.

COLORES DE BELTANE:
Naranja, amarillo, rojo, blanco.

PIEDRAS DE BELTANE:
Coral, jade, perlas, esmeraldas, zafiros y cuarzos rosas.


El hombre verde 

La época de Beltane es el momento de rendir honores al “hombre verde” consorte de la diosa y viejo espíritu del bosque. El hombre Verde representa el ciclo de la muerte y el nacimiento de una nueva vida, la muerte del invierno y la llegada de la primavera. Se le puede describir como la parte masculina que protege la tierra, es como la representación masculina de la naturaleza y es visto como la fertilidad de la primavera. Es solo porque el muere en invierno por lo que puede resucitar en verano. 

El “Hombre verde” se encuentra en diversas culturas del mundo desde tiempos inmemoriales. Relacionado a menudo con deidades de la naturaleza vegetal, representa el renacimiento asociado al ciclo anual y a la época de la primavera. En este sentido, por sus diversos caracteres agrícolas, se lo asocia con ciertos dioses históricos, como por ejemplo Silvano, el dios romano del bosque, Dionisio o Baco en la mitología griega y al dios Cernunos de los Celtas. En el mismo sentido se lo relaciona con Osiris, el dios egipcio de la agricultura y de la resurrección. La imagen de Kirtimukha, el rostro de follaje, ramas y guirnaldas saliendo de la boca son también representaciones características muy comunes en las culturas asiáticas. Todas esas representaciones están asociadas con la reproducción, el crecimiento y la rueda de existencia kármica.