
Dicen que durante la Edad Media, el Unicornio era símbolo de poder, pureza y dignidad real, así como de energía espiritual y creativa. El cuerno de este maravilloso animal es una espiral; las dos mitades se enlazan entre sí. Según se va desarrollando el Unicornio se va transformando su cuerno y la espiral se alarga retorciéndose sutilmente. Cuando el animal tiene ya una edad muy avanzada, el cuerno adquiere surcos y grietas. Parece ser el recipiente de la magia o cauce del pensamiento del animal y también se supone que es el órgano en el que radica un misterioso sentido, similar al que nosotros llamaríamos “sexto sentido” y una poderosa intuición. Perfectamente recto, se alza desde la frente, un poco mas arriba de los dos ojos. Es de tonalidad brillante, más blanco que la nieve y mas suave que el marfil. Hay quien asegura que, cuando el animal es consciente de encontrarse ante un peligro, puede desprender cierto brillo o un suave resplandor. Su cuerno era muy apreciado como antídoto de los venenos, curaba enfermedades, alargaba la vida y que podía purificar las aguas para volverlas potables. Si el cuerno se desprendía del animal, este moría sin remedio.
El Unicornio solo se alimenta de los frutos y granos maduros o de las hojas tiernas de los árboles. Bebe sólo agua en movimiento, busca las caídas de agua y lo hace con la cabeza alta, que no inclina jamás para comer de la tierra ya que solo come de las ramas colgantes. Se dice que su visión es muy aguda, que al amanecer se queda inmóvil contemplando el sol naciente y que durante el día se queda frecuentemente inmóvil con los ojos cerrados y la cabeza erguida. Cuando una fiera le ataca, nunca huye, su pacífico carácter se transforma en cólera mortal y cae como un rayo sobre su enemigo, aunque su rostro no pierde nunca su serena expresión.
El Unicornio solo se deja ver a las personas puras de corazón y les sirve de guía hacia estas dimensiones, conduciéndolos hacia la luz. En cualquier caso, los Unicornios son un símbolo. Representan fuerza, libertad, imaginación, sueños, ilusiones Aunque pasado el Romanticismo pocos historiadores se refirieran a ellos más que para desmentir supuestas apariciones, los unicornios de alguna manera están presentes, porque lo que simbolizan sigue existiendo. Las ilusiones, el deseo de libertad, la fuerza de la naturaleza, las ganas de soñar…
Tal vez todavía hoy sigan ahí paseando entre los árboles de un bosque. Tal vez si tú eres una de esas personas en las que reina la ternura y paseas de cuando en cuando por las cercanías de algún bosque, te parezca ver una luz extraña entre los árboles. Y puede que sea algún rayo de sol reflejándose en un cuerno…